domingo, 4 de abril de 2010

Un año después

¿te acuerdas de cómo acabó todo?



fue en la semana santa del año pasado, bajo un cielo color blanco en alicante,
en una cama en la que nunca hacía calor;
en una playa en la que hablamos de bolaño y de b. traven;
en lo alto de una torre salvavidas.

tú mirabas hacía el mar, yo buscaba sustitutos en los libros.
sabía que, de un momento a otro, iba a tener mucho espacio alrededor,
mucho tiempo por delante, muchas fotos por detrás y mucho hueco en todas partes.

nos mirábamos y ya se intercambiaban despedidas.
discutíamos en silencio.
te había escrito meses antes que quería envejecer contigo oyendo "new slang" de los shins.
lástima.
muy pronto nos empezamos a hacer viejos en rincones separados.

esa noche nos tumbamos en la cama
y recuerdo bien mi boca deletreando las palabras:
¿lo dejamos?
tú lloraste. yo también.
nos agarramos fuerte. muy fuerte.
tan fuerte como pudimos.
"nosotros" se moría aplastado entre tú y yo.

un año (solar) más tarde la primavera lo trae todo de vuelta.
todo lo acabado se acaba de nuevo.
todas las heridas se vuelven a abrir.

pero ahora:
nuestros cuerpos son de otros, nuestras vidas son distintas,
veo las fotos y nosotros somos otros.
se cumplió la profecía.
el tiempo no se para a descansar y siento que te está borrando.
cada día estás más lejos.
no recuerdo como olías al despertar.
he olvidado nuestras bromas.
te vas quedando sin apodos.

aunque sé que me costará olvidar como bailábamos en la cocina, dando vueltas como trompos mientras el gato nos miraba y tú reías y reías y girabas tus ojotes verdes tarareando cualquier cosa.
cuando te recuerdo se me despejan las dudas: te quise tanto que sabías que de mí ya no podías sacar más. te pudo el reto.
no somos, las personas, gente que se conforme con la felicidad.
cuando te canses de catástrofes te arrepentirás de permitir ese pequeño cataclismo.

para entonces, espero, haya llegado el día en que me vengas a la cabeza y seas como el recuerdo de un sueño que se me había olvidado al despertar.